Un análisis detallado revela que el transporte ferroviario supera al aéreo en términos de tiempo y costos en varios trayectos nacionales en Francia.
Un reciente estudio de Trainline ha demostrado que, en ciertos trayectos cortos dentro de Francia, tomar el tren puede resultar más conveniente que volar. La prohibición de vuelos nacionales de corta distancia a partir de 2023 ha impulsado esta comparación, destacando la eficiencia y economía del tren en detrimento del avión.
Un reciente estudio realizado por Trainline ha revelado que en algunos trayectos cortos dentro de Francia, tomar el tren puede ser más rápido que volar. Esta comparación ha surgido a raíz de la prohibición de los vuelos nacionales de corta distancia en Francia a partir de 2023, siempre y cuando exista una alternativa ferroviaria de menos de dos horas y media. La medida, que tiene como objetivo principal reducir las emisiones de carbono, también ha puesto de manifiesto que el tren no solo es más ecológico, sino que también puede resultar más económico y eficiente en términos de tiempo de viaje.

El análisis de Trainline ha evaluado cinco trayectos nacionales que pronto dejarán de contar con la opción aérea, concluyendo que en muchos casos el transporte ferroviario puede ser hasta el doble de rápido que el avión. Esto se debe en gran medida a que al elegir el tren se evitan los largos controles de seguridad y tiempos de espera asociados con los vuelos. A pesar de que la duración del vuelo pueda parecer más corta, factores como el desplazamiento al aeropuerto, la espera previa al embarque y los posibles retrasos pueden hacer que el tren sea la opción más conveniente.

Por ejemplo, el viaje de Rennes a París toma tres horas y 21 minutos en avión, mientras que en tren solo requiere una hora y 44 minutos. De la misma manera, de París a Lyon el trayecto en avión lleva tres horas y 37 minutos, en comparación con las dos horas y 11 minutos en tren. Además, la ubicación céntrica de las estaciones de tren permite a los pasajeros minimizar desplazamientos adicionales, a diferencia de los aeropuertos que suelen estar en las afueras de las ciudades.

En términos de costos, el estudio también reveló que viajar en tren puede ser significativamente más económico que hacerlo en avión, siendo en promedio un 1,8 veces más barato. Por ejemplo, viajar de París a Lyon en tren puede suponer un ahorro de hasta 40 euros, mientras que entre Marsella y Lyon el costo se reduce en 41 euros.

Estos hallazgos respaldan la decisión de Francia de prohibir los vuelos nacionales de corta distancia, como parte de la Ley del Clima de 2021 y propuesta por la Convención Ciudadana sobre el Clima. Aunque se esperaba que esta medida redujera de forma significativa las emisiones de carbono, la Dirección General de Aviación Civil francesa estima que solo podría representar un 2,6% del total de emisiones anuales de los vuelos nacionales en el país, es decir, aproximadamente 55.000 toneladas.

En conclusión, el estudio de Trainline ha puesto de manifiesto que el tren no solo es una opción más sostenible desde el punto de vista ambiental, sino que también puede resultar más conveniente en términos de tiempo y costos en comparación con los vuelos nacionales de corta distancia en Francia.
El análisis de Trainline subraya que el tren no solo es una opción más sostenible ambientalmente, sino que también puede ser más rápido y económico que los vuelos nacionales de corta distancia en Francia.