El legado y la humildad del papa Francisco en su tumba en la Basílica de Santa María la Mayor

Descubre cómo la sencillez y devoción del difunto papa Francisco se reflejan en su morada eterna en Roma.
En la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, la tumba del papa Francisco se erige como un testimonio de su modestia y su profunda conexión con la Virgen María. A través de una simple rosa blanca, una lápida con su nombre en latín y un crucifijo de plata, el pontífice deja una huella de humildad y espiritualidad que ha conmovido a sus seguidores.
En la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, se muestra la sencillez y la devoción del difunto papa Francisco a través de su tumba diseñada por él mismo como su morada eterna. Ubicada en una de las cuatro basílicas más importantes de la capital italiana, el sepulcro de Francisco es adornado por una única rosa blanca, una lápida con su nombre en latín «Franciscus», y un crucifijo de plata iluminado por un foco.
Tras su funeral público en el Vaticano, cientos de personas hicieron fila desde temprano para rendir homenaje al papa Francisco, destacando el impacto que dejó en sus seguidores. Entre ellos, Rosario Correale expresó que ver la tumba fue muy emotivo, mientras que la peregrina polaca Maria Brzezinska consideró que la simplicidad del lugar reflejaba fielmente la personalidad modesta del pontífice.
El papa Francisco, conocido por su devoción a la Virgen María, eligió descansar en Santa María la Mayor, la primera iglesia dedicada a ella en el siglo IV. A pesar de que tradicionalmente los papas son enterrados en el Vaticano, Francisco sentía una gran afinidad con este lugar, expresando su deseo de ser sepultado allí, lo que sorprendió a muchos por su humildad.
El funeral del papa Francisco contó con la presencia de líderes mundiales y miles de católicos que se congregaron para honrar su legado de construir puentes en lugar de muros. Durante la ceremonia, se destacaron los llamamientos de paz del pontífice en relación al conflicto en Ucrania, tema que también fue abordado en una reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Después del funeral público, el féretro de Francisco fue trasladado en una procesión por las calles de Roma, con 140.000 personas aplaudiendo y acompañando el cortejo. Ahora, la atención se centrará en la elección del próximo Papa, con un posible inicio del cónclave con la presencia de 135 cardenales, lo que sería el mayor de la historia moderna.
El funeral del papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor ha sido un momento emotivo y significativo para miles de personas en todo el mundo. Su legado de paz y humildad perdurará en la memoria colectiva, mientras que la elección de su sucesor marcará un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.